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Las
nuevas tecnologías han revolucionado la forma en que las personas se comunican
y aprenden idiomas. Hoy en día es raro encontrar una clase de idiomas donde no
se usen las nuevas tecnologías. La tecnología puede ser un buen recurso de
apoyo en el aprendizaje de lenguas, ya que involucran a los estudiantes en el
proceso de la enseñanza proporcionando ejemplos auténticos de la cultura
Hispánica y conectando a los alumnos con otros países donde se habla español. Las
TIC proporcionan contextos significativos para facilitar la comprensión y el aprendizaje
de idiomas, ampliando de esta forma el campo de aprendizaje de lenguas. Además,
la tecnología permite ampliar las oportunidades de estudiar lenguas para un
mayor número de estudiantes, independientemente de donde vivan.
Por
otro lado, los jóvenes viven pegados a las nuevas tecnologías. El desafío del
profesor es aprovechar el entusiasmo que sienten los alumnos por las nuevas
tecnologías insertándolas en el aula y fomentando la comunicación, creatividad,
pensamiento crítico y la colaboración. Los avances en las tecnologías y la
fácil accesibilidad pueden mejorar los recursos disponibles en la clase de
idiomas. Los aprendientes tienen acceso a multitud de materiales de
aprendizaje, lo que es una buena forma de complementar su trabajo en el aula. Gracias
a las TIC, los estudiantes tienen a su disposición recursos auténticos que favorecen
la comprensión intercultural y el aprendizaje autónomo. Sin embargo, los
docentes deben estar preparados para seleccionar las mejores herramientas
tecnológicas sin perder de vista los objetivos de aprendizaje de los alumnos.
Aunque
las nuevas tecnologías pueden tener un papel importante para mejorar y apoyar
la enseñanza de lenguas, la eficacia de cualquier herramienta tecnológica
depende de la competencia del profesor para facilitar y gestionar el aprendizaje.
Los estudiantes no lograrán alcanzar un buen dominio de la lengua extranjera a
través de las nuevas tecnologías sin una buena orientación e instrucción por
parte del profesor.
En definitiva,
las nuevas tecnologías son herramientas interesantes para los docentes de
idiomas extranjeros, ayudándoles a facilitar el aprendizaje. Para asegurar un
buen uso de las TIC y su eficacia en la enseñanza de lenguas, es imprescindible
que el profesor esté cualificado para saber seleccionar los mejores recursos
para sus alumnos.
